jueves, 16 de julio de 2009

Capitulo IX .- Solo me queda medio corazón.


Prefacio


Me duele. Me duele. Pero es mi deber afrontar este dolor.
Si pudiera salir a fuera me vería envuelta en sangre. Pero me quedaré aquí dentro para ayudarme a levantar.


Hatey

En un día tan triste como hoy, incluso el sol va de luto sobre mi y me baña con sus apenadas lágrimas.
No siento la misma oscuridad que anteayer, todo lo contrario. Creo que ya no hay tanta negror a mi alrededor (de momento). Pero destaca una diferencia: esa mano que me sujetaba y viceversa ya no esta aquí.
Me falta el aire al pensarlo y los tres balazos de mi pecho arden con fuerza. De las heridas brota un gran dolor, y una espesa duda las envuelve fuertemente creando un capullo dentro de mi “medio corazón”: La otra mitad se marchó y ahora hay días en los que dudo si arrancarme esta triste mitad que me queda.
A las noches la pesadumbre me abruma con su manto poco estrellado, y con los ojos anegados y el corazón envuelto en sabanas, me despido de un día mas.

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