jueves, 16 de julio de 2009

Capitulo X .- Me marcho de este lugar.



Prefacio

Hay veces que pedir ayuda es más difícil que ayudar.
Otras veces incluso ni siquiera uno quiere ver que necesita ayuda. Es mas fácil taparse los ojos y negarse, negarse hasta que nuestro propio error nos hace caer en otro error. Y llega un momento en el que nos imposible negar más lo evidente.

Hatey:

Tengo frío.
En este lugar hace bastante frío.

Creo que he perdido un poco la cuenta de cuanto tiempo llevo aquí dentro. Hay días que no distingo el sol de la luna. La misma oscuridad me invade durante todo el día.
Pero ni yo ni mis problemas avanzamos de esta forma.
Todos los intentos para conseguir mejorar han acabado siendo nulos.
Y acabo siempre otra vez en el mismo agujero oscuro.

Una y otra y otra vez…

Pero ya no puedo más. Hoy, después de incalculable tiempo, he decidido salir “definitivamente” de este lugar. Quiero viajar. Quiero descubrir y conocer. No puedo quedarme sentada mirando como oscurezco mi propia habitación.
Aunque me apene abandonar este lugar temporalmente, y el miedo a los cambios, a lo inesperado, a lo posible y lo “imposible” me atrape, creo tener ya decidido seguir adelante con todo esto.
Y me repito: Si, tengo miedo! Pero no permitiré que el miedo me vuelva a parar más veces en mi camino. No frenaré por miedo al resultado o la derrota. Ya no más.
Hoy cojo mi pequeña maleta; es pequeña porque me queda poca cosa que meter dentro. En ella introduzco la valentía, las pequeñas espurias de esperanza que se amontonan en las esquinitas de la habitación y un par de vestidos. Espero dejar a Miedo entero en casa y que no se venga ningún pedazo de el conmigo…
Y con esto me pongo en rumbo. Cierro el portal de la oscura mansión y comienzo a alejarme por el caminito de tierra. A medida que me alejo, esa densa oscuridad se va aclarando ligeramente. Y eso, me hace sentir algo mejor, algo distinta.

Lógicamente, el monstruo no pude dejarlo en casa. Sigue conmigo. En mi. Pero es por eso que me marcho. La solución no la supe encontrar yo sola, y menos encerrada en ese luctuoso lugar.
He decidido viajar para conocer y descubrir gente. Conseguir el poder ayudar a quienes lo necesiten. Recorrer mundos y mentes. Conocer y aprender, con ánimos y desánimos. Pero quizá, ayudando y aprendiendo de los seres de mi camino encuentre así una forma para ayudarme a mi misma. Quizá así consiga mi cura.
Quizá, sí. La esperanza está dentro de la maleta….

No hay comentarios:

Publicar un comentario